El viernes empezaron a nacer los A. anatoliae transgrediens en el laboratorio. Les dejé microgusano para que tuvieran comida.
Si alguien tiene una cámara que se pueda acoplar a una lupa binocular, se podrían lograr imágenes espectaculares, el otro día me pegué una hora viendo cómo latía el corazón de un alevín a punto de romper la cáscara.
Saludicos,
Manuel...
pd: seguiré informando.